Copa Del ReY Sevillista.-
El sevillismo soñó más fuerte. La afición gritó más fuerte. El Sevilla pegó más fuerte. Los sueños, y la Copa del Rey, son del Sevilla.
La clave del partido: El sacrificio físico. El Sevilla no fue capaz de imponer su fútbol ante el Atleti, así que le tocó ponerse el mono de trabajo y no se le cayeron los anillos por ello. Todo el equipo se fajó hasta la extenuación, llevando el encuentro al terreno físico, donde sí supo imponerse al Atlético de Madrid.
Arropados atrás, los de Antonio Álvarez salieron a la contra con muchísimo peligro, siempre bien dirigidos por un espectacular Jesús Navas. Su banda derecha fue la autopista por la que siempre encontró vías de penetración el Sevilla, que dispuso de alguna que otra ocasión clarísima para aumentar su cuenta.
El mejor: Jesús Navas. El palaciego cierra su mejor temporada marcándose un partidazo de libro. Se fajó en defensa, salió siempre con verticalidad y rapidez, supo asistir a sus compañeros y buscar remates con peligro. Para redondear su actuación, marcó el segundo y definitivo gol en el descuento.
Lo peor: Que decenas de miles de sevillistas se hayan sin ver esta Final por culpa de la Federación. La incompetencia de sus dirigentes provocó que se tuviera que improvisar una sede y una fecha. Plantear una cita futbolística como ésta, en una jornada laborable, haciendo que una de las aficiones se desplace a más de 1.000 kilómetros deja a las claras que en todos lados hay inútiles
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Cristina -