El Sevilla no pudo de nuevo con un equipo que se le da mal, el Mallorca. En realidad no puede con casi nadie en estas últimas semanas y se complica de forma clara y rotunda el objetivo al que está obligado: conseguir de nuevo puesto Champions. Eso queda lejísimos tras ese nuevo traspié. Y eso que jugó con uno más la mitad de la segunda parte, cuando iba 1-2, y que el Mallorca no fue el brillante conjunto de la primera mitad, donde marcó un gran gol, el de Ibagaza, y un soberano golazo, el del ex bético Varela, precisamente el expulsado. Acortó distancias Kanouté en el minuto cuatro de la segunda mitad, pero la remontada no fue posible ni merecida, pese a que acumuló más ocasiones que su rival.
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